Hoy queremos hacer una retrospectiva de nuestra andadura y recordar algunos casos clínicos.
En primer lugar nos gustaría acordarnos de ZOE, aquella cachorrita que demostró ser una auténtica campeona. Superó una enterectomía y colonopexia, soluciones quirúrgicas a invaginación intestinal y prolapso de recto secundario. Hace vida normal.
Uno de los primeros casos fue el de la obstrucción intestinal de BRONX, un precioso labrador negro. Con exploración de rayos x… ups! descubrimos lo que ocurría:
Bronx se había tragado una piedra de tamaño considerable. También le pasó lo mismo a ZEUS, curiosamente labrador negra como BRONX… Aquí tenemos la foto de la piedra extraída.
Los dos superaron la operación sin problemas y esperamos que hayan aprendido a tener cuidado. Seguro que sí…
Otra historia parecida fue la de GOLFO. Jugando con su pelota de goma fue demasiado lejos y se la tragó. Solo que en este caso, quedó atrancada en la garganta y el pobre casi no podía respirar. Tuvimos que sedarle y pudimos extraerla. También recordamos el caso de un perro que llegó casi sin poder respirar, tosiendo y vomitando. Intentamos explorarle pero no lo conseguíamos entre su estrés y la inflamación de su glotis. Una vez sedado… bingo! le extrajimos un espiguita, una hierba en tráquea que le provocaba insuficiencia respiratoria. Menos mal que se actuó a tiempo.
PIRATA llegó no hace mucho y su dueño manifestó que estaba decaído, parado, casi no comía… Este precioso mestizo nos mostró en las pruebas que efectivamente, tenía una hernia inguinal que le atrapaba un tramo intestinal por lo que no podía tener tránsito y bastante dolor. Le operamos y todo fue bien. Se ha recuperado.
BLANCA, MIA, KASIA, LOLA, MILAGRITOS, VALENTINA… son algunas de las perras que fueron mamás en la clínica mediante cesárea.
LUNA, mestiza chihuahua, hace poco vino con un ojito fuera de su órbita porque jugando con sus primos terranovas, retándoles un poquito y siendo un poco macarra, el juego tuvo consecuencias. Intervenimos con relativa reserva pero el resultado fue óptimo.
Hemos tenido casos de intoxicaciones por raticidas, hemos practicado varias endoscopias, tratado fracturas, parvovirosis… Y así… fueron muchos más casos igual de importantes que nos han hecho crecer y nos han motivado para seguir con más fuerza que nunca.
Por último queremos destacar que hemos mediado de forma más o menos directa para que perros perdidos o abandonados hayan encontrado a su dueño o un nuevo hogar. No os podéis imaginar la satisfacción para nosotros de cada final feliz. En especial nos acordamos de GALA; venía con unos peregrinos austríacos desde 30 kilómetros atrás. Gracias a que tenía microchip, pudimos localizar a sus dueños al instante que ya la estaban buscando muy preocupados. Vinieron en 20 minutos.
La historia de IAGO fue una de las que más nos emocionó. Un perro que se unió a una peregrina italiana, quien lo adoptó, después de comprobar que sus dueños no querían hacerse cargo de el. Como no se lo dejaron subir al avión de vuelta a su país, volvió en coche a Compostela solo para recogerle. 1.800 kms se hizo esta chica, justo después de hacer el Camino. Cuando la vimos entrar por la puerta, no nos lo podíamos creer!!. IAGO eligió muy bien!!
Nos despedimos con esta foto de CAMINO, que encontró a su dueña peregrinando. No hay más que verles para encontrarles un parecido razonable y sentir su química. Nos encantan los finales felices!